7 de octubre de 2008

Rosario – Tetuan



luego de otros destinos provinciales previos, finalmente tocó Rosario. su aire, sus calles, el río Paraná y la costanera, la peatonal, las calles y sus palabras, y el gran monumento a la bandera inventada para crear una nación (mucho Anderson y sus comunidades imaginadas).
el domingo por la mañana, en medio de la feria, sentada sola en un banquito de la costanera, recordé vividamente dos cuadras que caminamos en Tetuán con Danny y Vlado, observando los trabajos en cuero y madera, evitando a uno de los tantos marroquíes que nos perseguían ofreciendo insistentemente acompañarnos, ayudarnos, guiarnos.

esa misma calle de la medina nos sorprendió en un pequeño negocio. preguntando por una chilaba de niño, acabamos escuchando la pasión por el Corán que profesaba su dueño y las explicaciones sobre el calendario musulmán. detrás del mostrador, la mirada impávida del rey de Marruecos en la clásica foto que se repite en todos los negocios, tiendas y bares de aquellas ciudades antiguas. al salir, retumbó en los antiquísimos muros el anuncio de una nueva hora de oración…creo que acabamos comiendo cuscús en el precioso Reducto.
(sólo) seis meses después, enfoco a Lamona atento una cajita de autitos de juguete usados, el Chino y el Cabeza hurgueteando entre cuadritos decorativos herrumbrados y ratos después, Anita posando en mi cámara con unos lentes Sofía Loren, antiguos ray ban de carey.


la memoria es mi mejor viaje.

3 de octubre de 2008

humo

Exhalo el humo y las figuras comienzan a dibujarse en ese espacio que ya no habito. Aquello que fue, vuelve por un instante y se desdibuja raudamente.
Boquiabierta giro a mirar por la ventana donde las luces son el alivio de esta oscuridad malsana.